Alinear tus pensamientos con lo que dices.
No digas una cosa creyendo otra."Porque no solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que salga de su boca".
Crees que Dios todo lo puede, sin embargo en los momentos de enfrentar situaciones, dudamos y declaramos lo contrario a nuestra fe. No divido el Reino en mi corazón.Mi palabra me puede condenar o me puede salvar. Si confieso con mi boca crisis; eso tendré. Si confieso problemas, ellos me rodearan.
Mi palabra no pude hablar mal de los demás. La manera en que hablo o de quien hablo, me señala como quien soy.Si tengo fe, “para los que creen todo es posible”. “Todas las cosas ayudan a bien a los que aman al Señor”.
No es malo hablar de crisis, ni de problemas pero, tenemos que declarar victoria en todo momento en nuestras vidas.
Guardamos tesoros, y no todos son buenos. Existen tesoros de ira y angustias, que lo abrimos con coraje. Y existen tesoros de amor y esperanza y fe, que se abrirán y se mantendrán en los lugares más especiales para los momentos difíciles.
Tu cuerpo es templo del Espiritu Santo.No dividas tu Reino, predicando con tu boca lo negativo teniendo en tu ser la fe, y la creencia de que Dios todo lo puede y en nada nos abandonara.
Bendecidos.
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